El show
El show abrió aproximadamente a las 21:00 horas entre reversiones de Beyonce, Dawn Richard, Aretha Franklin (infaltable si hablamos de este estilo) y jams que oscilaban entre la tranquilidad del soul y la ventana house que abre el neo-soul. Entre las zapadas se podían detectar aún más versiones de clásicos como Hot Stuff de Donna Summer o Wannabe de las Spice Gilrs. La segunda a pedido de alguien del público: “Toquen una de las Spice”.
El alma desnuda
¿Por qué la música Soul se llama así? Acá no vas a encontrar respuesta, tampoco es muy necesaria una. Si hubiera que buscar la etimología del nombre de cada género, no solo que sería muy difícil, sino que innecesario. ¿Qué tiene que ver una piedra y girar (rock and roll) con guitarras eléctricas, lo popular (pop) con sintetizadores y ritmos pegadizos? Es innecesario. Pero en el Soul tiene una particularidad más, su traducción directa es “alma” y ahí es cuando todo gana mas peso.
“Estamos tocando con el alma desnuda” fue la expresión que Rocío uso para referirse a sus presentaciones. Tocar dejando todo, como los característicos cantos rasgando la garganta que este género tiene. Como el que Mariana Piatti hizo al arrodillarse mirando al techo mientras pedía “Please don´t stop the music” (“por favor no paren la música”) en la versión que hicieron de la canción de Rihanna. La relación entre ese estilo y el alma puede estar unido por su origen en el góspel y el significado más religioso del alma. Para este caso quizás sea mejor creer que el alma es eso que grita más allá de un sentimiento individual, puede que la palabra más adecuada sea espíritu.
Grito del alma y de lucha
Soul Bitches tocó solo tres después que el día de la mujer, el día que hace años revindica una lucha por igualdad y en los últimos años una de las consignas, y hasta hoy, es “por más mujeres en los escenarios”. Ese espíritu que antes se menciona puede ser el de lucha, el espíritu por el que Rocío dijo que la banda “milita el feminismo porque es la única forma de hacer un mundo mejor para las mujeres y disidencias”. Y su invitación a cuestionar que es lo que el público consume. “Vean en Spotify a cuantas artistas mujeres siguen. No para retarlos sino para cuestionarnos ¿Por qué?”.
El trabajo del arte es preguntar y poner las preguntas en sus espectadores. A veces es buena la sutileza de dar el mensaje escondido en historias o frases y que, quien recepta, no solo sea receptor. Que arme el mensaje, complete la idea. Bandas que van al frente y se presentan junto a un mensaje claro suelen ser tachadas de “politizadas” y ese público se vuelve incapaz de disfrutar su música. En el mismo discurso Roció recordó una vez más “todo es político” y la diferencia está en querer interpretarlo como tal o no hacerlo. Así que si vas a ver a Soul Bitches debes saber que habrá política, habrá feminismo. Y si eso impacta demasiado: primero, no debería y segundo, déjate llevar que también hay baile.
Crónica realizada por Santiago Mansilla, fotografías a cargo de Franco Alonso para www.delaviejaescuela.com
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