ROMPIENDO CABEZAS: “Masacre de encéfalos”

Carajo, Cadena Perpetua, Plan 4 y Cith fueron los encargados de llevar adelante la nueva edición del “Rompiendo Cabezas” en Krakovia.
El sábado por la noche el frio azoto la capital cordobesa. El mítico barrio del Abasto no estuvo exento, y desde temprano vio juntarse varias cabezas que, cercanas para mantener el calor, esperaban que las puertas de Krakovia se abrieran y dieran paso a su interior. El festival “Rompiendo Cabezas” iba a desarrollar allí su segunda edición, signo de que el viento helado pronto pasaría a ser un mero recuerdo.
Los locales de “Cith” se encargaron de abrir la jornada. Se notan sus influencias, muy variadas, del rock alternativo/industrial. Desde “Nine Inch Nails”, “Deftones”, “Linkin Park”; hasta algo del dubstep que “Korn” se animo a experimentar e incluso tintes de “Daft Punk”. Defendiendo las canciones de su más reciente trabajo “Eterna”, dieron un show cortito y al pie, bien contundente que tuvo dos puntos altísimos. El primero fue un homenaje al reciente desaparecido “Chris Cornell”, dedicándole una versión de “Cochise”, el clásico de “Audioslave” del 2002. El segundo vino al final de su set y con un tremendo cover de “Roots Bloody Roots” de “Sepultura”. “Cith” es la propuesta distinta del rock de córdoba, hay que escucharlos.
Seguía el turno de la banda de uno de los personajes más queridos del heavy argentino. “Javier Compiano”, “Kanario”, estaba listo para romper cabezas junto a “Plan 4”. Se hace difícil no comparar a “Kanario” con una especie de ogro del metal, podría ser tranquilamente uno sacado de “Warcraft” o “El Señor de los Anillos”; y su voz aspera, gruesa, confirma esa idea. Con un “Compiano” recordando que “al que se cae lo levantan entre todos”, arrancaron con “En mil pedazos”. Riffs veloces y un doble bombo eléctrico es su característica principal, siempre prolijos sonaron espectacularmente. El lugar favorito de “Kanario” en el escenario es, sin dudas, su parlante del retorno; todo el show lo uso de tarima para elevarse un poco más y así extender sus brazos a los presentes que en el medio del mosh recibían su abrazo. “Mi religión”, “Basta, se acabo!” y “El verdugo” no podían faltar. Llegando al final, saludaron a las bandas con las que estaban compartiendo escenario, principalmente a “Carajo”, a quienes definieron como “No solo excelentes músicos, sino también excelentes personas”. Casi una hora de show vio su punto final con su clásico “La Jaula” y “Último recurso” (como pego ese doble bombo en el pecho papa!) y la cuenta regresiva para la bomba del final estaba corriendo.
Los próximos en romper cabezas eran los “Cadena Perpetua” con su punk vieja escuela. Empezó a sonar “I wanna destroy you” y ahí estaban ellos: “Vala”, “Edu” y “El Chino”. Parece mentira que hayan pasado casi 30 años y sigan en pie. Lo que llama la atención siempre es el flequillo de “Chino” revoleándose sin descanso, lo que te mantiene atento a la batería casi siempre. Continuaron con “Sigo acá” y “Algo personal”; y la melancolía invadía cabezas, al menos la mía y sé que muchas más. El punk, “Cadena” y tantas bandas más fueron la banda sonora de la adolescencia de varios y siempre tiene ese tinte especial volver a escuchar esas canciones en vivo, te llevan a lugares, situaciones, personas. Casi sin dar respiro, tocando una canción atrás de la otra (muy al estilo de los Ramones) y diciendo poco en palabras pero mucho con música, “Delincuentes” y “Que mundo” explotaron las tablas de Krakovia. A estas alturas el frio era cosa del pasado, y el calor siguió creciendo con “Te quiero mal”. Se podía ver al costado del escenario una silueta tapada por una tela oscura que profesaba lo que se venía y precipitaba el final, la batería de “Andy” apuraba a los “Cadena”. “Si me ves” fue el cierre para una dosis de punk rock perfecta, con todas y cada una de las cabezas rotas cantando sin parar “Si no hay solución no voy a llorar…”.
Y llego el plato fuerte. “Carajo” volvió a demoler el local del abasto. “Libres” dio inicio a lo que fue un show con una lista de temas llena de sorpresas. “Drama” y “La venganza de los perdedores” dieron paso al clásico carajero por excelencia: “El error”, que fue el primero que nos dejo sin voz. Sin tregua, y aun faltos de aire, “Entre la Fe y la Razón” nos rompió el mate y nos hizo desear tener un par de pulmones extra (escuchar a la gente coreando el riff te contagia y pone la piel de gallina). Bajaron decibeles con una seguidilla de temas que no se esperaban, pero que encajaron perfecto: “El aguijón”, “Noche” y “Alma y fuego” nos dieron el respiro que tanto se ansiaba.
Todos sabemos que “Audioslave” y “Soundgarden” son dos bandas que influenciaron el sonido de “Corvata”, “Tery” y “Andy”. “Cornell” se hizo presente cuando le dedicaron “Triste”; y si… fue una noticia muy triste que se haya perdido en medio de sus demonios.
La pantalla que decoraba el escenario en el fondo comenzó a ilustrarse con imágenes de interferencia televisiva y ondas radiales, mientras de fondo sonaba el llanto del bebe acompañado por los violines que dan la intro a “El mar de las almas”. Llego “Acido” y ahí nomas “Luna herida”, después del cual “Corvata” recordó la primera vez que pisaron la docta, hace 15 años atrás, y se mostro emocionado por el crecimiento de estos años, agradeciendo a la gente dedicándoles “Chico Granada”, otro clásico.
“Kanario” se había quedado con ganas de más, y se subió nuevamente a las tablas para acompañar al trío con “Cicatriz”. Insaciable, no le basto y prestó su voz para “Joder” y el homenaje que se está haciendo costumbre en esta compañía: “Ace of Spades” en memoria de “Lemmy”. El final estaba anunciado, y “Sacate la mierda” sonó fuerte. Una canción que determino desde el principio la carrera del grupo y que, lamentablemente, hoy en día esta tan vigente como hace 15 años atrás, lo cual debería ponernos en alerta de que las cosas siguen sin hacerse bien. De yapa, un regalo que siempre esperamos escuchar, el famoso “Medley” de “Pantera”. “Cowboys from hell”, “5 Minutes Alone”, “Domination”, “Walk”; la obra de “Dimebag” musicalizando el cierre de una jornada que, como profesaba su nombre, rompió cabezas.

Cobertura realizada por Agustín Martinez, fotografías Dayana Olmos, para www.delaviejaescuela.com

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