A pesar de las condiciones climáticas, el escenario principal ardió alrededor de las 19hs cuando Residente y su banda lo colmaron. El músico portorriqueño pisó nuevamente nuestras sierras para hacer vibrar a la multitud festivalera.
Los músicos acapararon cada segundo de las canciones, el carisma de Rene, las luces y las visuales -con una genial intro musical acompañada de un creciente corazón en la pantalla central-, congeniarion de manera perfecta para que comenzara la fiesta.
Tanto las canciones propias como las de Calle 13 sirvieron de entrada en calor y ebullición de los cuerpos que las escuchaban. Lo seguro es que nadie se quedo sin bailar, porque directamente era inevitable que estas melodías latinoamericanas no te corrieran por la sangre. Música cachonda para la gente revoltosa.
Crónica realizada por Carla Ortiz, fotografía Elizabet Kenny para www.delaviejaescuela.com
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