Un nuevo sábado a la noche nos aventuramos al templo del abasto para vivir ese rock experimental que algunos temen e ignoran pero que afortunadamente muchos admiran y absorben encantados. Es que una vez más Poseidótica visitó Refugio Guernica para dar cátedra. Por supuesto el stoner e instrumental de Córdoba estuvo presente con dos de sus exponentes más fuertes.
MUY BIEN REPRESENTADOS
Pasada la medianoche, Ríoseco comenzó el buen viaje que transformaría la velada de los presentes y significaría un camino de ida hacia lo más experimental del género. Impresionante la energía de este trío, que con su demoledor sonido conquistó a los curiosos. Instrumental de otro planeta que, suerte para nosotros, es bien local.
Probablemente no exista una fecha del género en Córdoba sin los chicos de Hijo de la Tormenta. Gracias a quien corresponda por esto. El grupo continuó a destino con sus inconfundibles melodías, demostrando una vez más que nada tiene que envidiarle a cualquier extranjero que se atreva a desafiar al stoner. Delicia local.
ROCK EXPANSIVO
Aunque el viaje ya estaba avanzado y casi en sus últimos tramos, todavía quedaba Poseidótica. Con más de quince años de una intachable carrera, la banda nos regaló un setlist impecable. Fueron doce canciones surgidas de la mezcla pura de sonidos provenientes de las entrañas del rock hipnotizante.
Lo cierto es que no podes llamarte fanático y consumidor del rock en Argentina sin haber presenciado un show de Poseidótica.
Por suerte, una vez más a los cordobeses nos tocó vivir un show sensorial de rock -aún si esa no era la intención-, de esos que te quedan en la cabeza para siempre y recomendas a quien se te cruce. Experiencia necesaria. Porque así nos adentramos a al experimento rockero más rico que tenemos en nuestro país. Puro disfrute lo de Poseidótica.
De yapa, por la banda nos enteramos que no falta mucho para encontrarnos de vuelta. El próximo 14 de julio Poseidótica se une a la gran fecha de Pez en Krakovia. Esas combinaciones soñadas.
Cobertura realizada por Carla Ortiz, fotografías Martin Cornejo para www.delaviejaescuela.com
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