PLAN 4: “Que placer hacer esto”

Plan 4 volvió a Córdoba después de su paso por el Cosquín Rock, y lo hizo en medio de una fecha disfrazada de festival: cuatro bandas teloneras, elementos escenográficos y mesa de merchandising convivieron en Refugio Guernica, que recibió al conjunto bonaerense con los brazos abiertos. Santo Por No, Primitive band, Exiliado y Neodelta calentaron el escenario, y lo dejaron a punto para Knario y compañía que, exactamente a las 3 de la mañana, subieron al escenario. Fiel a su estilo, y parado en la caja de retorno, Javier Compiano embraveció al público con un contundente “¿Cómo están culiados?” para, instantáneamente, arrancar con Soy el fin, canción cuyo videoclip vio la luz hace un poco más de un mes. Ya en la primera interpretación de la noche fue posible ver todo lo que un buen show de metal ofrece: headbangs contagiosos, intensos mosh, muchísima fuerza y manos en forma de cuerno por doquier. Los ojos del destructor y Listos para matar siguieron, ambas canciones presentes en el último material discográfico de la banda, Lleva tu mente al límite.

“¿La están pasando bien, vieja?” dijo Knario, fingiendo muy bien la expresión de duda, puesto que la tenacidad y entusiasmo de todos los presentes debería alcanzar para ahogar la pregunta. En este punto sonó Nuevo amanecer, del disco Cambio de piel, lo que llevaría a los fanáticos más acérrimos a recordar los primeros años del nuevo milenio. Yo soy mi religión puso a todo el refugio a dudar de su identidad, mientras coreaba en conjunto “No sé quién soy”.

“¿Les gustó o no les gustó el disco nuevo?” expresó Knario, esta vez con una sonrisa grande en la cara, ya que entendió que la respuesta estaba en frente suyo. El feedback del público en En la eternidad durante este espectáculo es, tal vez, análogo a la repercusión que tuvo su videoclip en las redes. En menos de siete meses, el video ya cuenta con más de 110.000 reproducciones en YouTube. Si hubiera una forma de traducir todas esas visitas digitales a una respuesta real, probablemente la reacción de los presentes durante las primeras notas de la canción sea la mejor aproximación posible.

Siguió en el setlist Lleva tu mente al límite, la canción homónima al disco. Fue en este momento donde la joya del espectáculo quedó a la vista de todos. La energía de Knario arriba del escenario es excepcional. El frontman es capaz de explotar al máximo todas las posibilidades que la tarima ofrece, incluso en un recinto de pequeñas dimensiones como los es el de Guernica. Javier se mueve casi corriendo, acentúa los golpes con los brazos y con sus pies aplasta el suelo en perfecta sincronía con el clásico headbang. Parece de más mencionar el movimiento de hélice con los brazos que Knario efectúa, que ya es su marca registrada. La intensidad y el ánimo con los que encara todos sus shows son, sin duda, uno de los principales atractivos de toda la performance, y hacen de Plan 4 una banda cuyos espectáculos son difíciles de olvidar.

Más adelante sonó La pesadez del nuevo mundo, seguida por En mil pedazos y Mi falta de fe. Durante la interpretación de El verdugo algunos fanáticos intentaron, infructuosamente, subir al escenario. Siguió La lengua del diablo y Jamás tendrás mi gloria. Knario dijo semanas atrás que es probable que su próximo videoclip sea de esta última canción.

“Que placer hacer esto. Amamos Plan 4, y tener gente que  escucha lo que hicimos en la sala es hermoso, y a casi 1000 kilómetros de casa. Gracias” expresó Knario, repitiendo los mismos gestos de agradecimiento que demostró en el Cosquín Rock. A continuación, y ya cerca de las 4 de la mañana, Plan 4 interpretó tres covers al hilo: Somebody put something in my drink, de los Ramones, Walk, de Pantera, y Roots bloody roots, de Sepultura. Parecía que habría un cuarto cover cuando Knario empezó a cantar Ace of Spades, de Motörhead, pero cesó rápidamente. “Esta es la primera de Plan 4, cumple 15 años ahora” dijo el cantante, justo antes de Destino. Siguió la velocísima Cambio de piel, y más adelante Jaula. El show terminó con Ella, no sin antes un paso del micrófono al público para que aporten a la música con sus gritos guturales.

Plan 4 cerró una noche llena de metal, distorsión, doble bombo y power. Pehuén Berdún, el guitarrista del conjunto, tuvo una noche fantástica y demostró, con sus escasos 22 años, que el metal argentino rankea alto en las tablas. La joya, sin embargo, fue la performance de Knario que subió al escenario, llevó adelante el show y concluyó el espectáculo siempre con el medidor de energía al máximo. Su movimiento por el escenario, su capacidad de entusiasmar al público y su evidente disfrute lo posicionan como uno de los mejores frontman del país.

Crónica realizada por Remigio Gonzales, fotografías Elizabet Kenny para www.delaviejaescuela.com

Compartir este artículo
%d