NUEVA GENERACIÓN: “Porque a mi generación algo le pasa”

Evolutivo por naturaleza, desde sus orígenes el rock nos ha regalado sub géneros, estilos y épocas históricas. El rock argentino también los tiene y hoy transita uno de sus años más interesantes. La llamada “nueva generación” del rock, muy mimetizado con el pop y el indie, llegó hace un par de años para refrescar la juventud que escaseaba en nuestro rock.

Productores locales le abrieron las puertas a esta nueva ola para generar una de las movidas más interesantes del último año, el “Festival La Nueva Generación”. Radicado en Córdoba, con artistas locales, nacionales e internacionales, el evento cumplió su segunda edición. El otoño se hizo sentir, por lo que el festi se mudó a Plaza de La Música; recordemos que la primera edición fue en el Jockey Club.

En esta oportunidad, nueve bandas enredaron sus sonidos y estilos para pasar el frío. Anocheciendo ya, desde las 18:30hs vibraron las tablas de la plaza con una tríada local: La Farolera inaugurando el escenario presentando su EP “Juegue”, seguidos de Jorge a Marte y Telescopios, ambas bandas que estuvieron presentando sus discos en los últimos dos meses: “Generación Frenesí” y “Doble de Riesgo”, respectivamente. Esta vez, el festival tuvo mucho acento cordobés, para tener en cuenta a la hora de analizar la movida local y prestarle atención de cerca.

El escenario estuvo distribuido de una forma muy particular, dividido a la mitad, creando una especie de escenario interactivo, uno al lado del otro; cuando terminaba una banda, comenzaba la siguiente en la otra mitad.

Promediando la velada, llegó el momento de las mujeres con dos fuertes exponentes de la movida. Las Ligas Menores aprovechó la visita a Córdoba para presentar sus nuevas canciones, es que la semana pasada el grupo publicó su segundo disco “Fuego Artificial”. Luego Marilina Bertoldi con su set eléctrico se reencontró con sus fans cordobeses –muchos esperamos esta visita- y recorrió todos sus hits, además de presentar su nuevo single “Racat” que, con apenas dos semanas desde su estreno, ya se posicionó como nuevo éxito.
Recuperándonos del trance rockero de Marilina, los rosarinos de Indios nos volvieron a enamorar, como cada vez que visitan nuestra ciudad. Sus melodías pop nos endulzaron lo suficiente como para bailar de punta a punta, ya palpitando lo que se viviría con la siguiente banda.
Quizá no pertenezca a esta generación, pero Babasónicos siempre fue novedoso desde sus inicios y contribuyeron de lleno en la influencia de todos estos nuevos artistas. Sin divisiones, ya unificado el escenario, de punta a punta una potente pantalla cubrió el fondo del escenario, que sirvió para delimitar la silueta de cada músico. La premisa del show fue recorrer sus 27 años de carrera, sonaron canciones de todos los discos, los hits de siempre y algunas rarezas para los más desprevenidos. Lo cierto es que Babasónicos encajó perfecto con el festival y fue el gran momento de la noche.

Y los aires frescos también llegaron desde Londres, con la visita de Cosmo Pyke, un veinteañero que se las trae con nuevos sonidos alternativos para la música negra. A su vez, fue una gran revelación, para no perderle el rastro a este multiinstrumentista británico.
Cabe destacar la gran convocatoria del festival, el público respetuoso, en su gran mayoría adolescentes y jóvenes. No por nada es la nueva generación.

El cierre ideal del festival fue nada más ni nada menos que con Louta, el gran personaje de esta movida. Durante el último año, Jamie Jones descolocó la escena con sus shows, siendo la gran novedad. Es que la fusión de varios géneros con la música electrónica, sus intensas performances y su actitud han cautivado a los pibes que estaban acostumbrado al formato de recital convencional. Louta coronó esta nueva generación y nos dejó con el mismo pensamiento de siempre: decirle a todo el mundo “tenes que ver un show de Louta al menos una vez”.

Crónica Carla Ortíz, fotografías Dayana Olmos para www.delaviejaescuela.com

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