LO PIBITOS: “Obligando a mover los pies”

Después de una breve pausa, Lo’ Pibitos subieron al escenario del Quilmes Garage, espacio que alojaba ya a varios cientos de expectantes fanáticos de este particular conjunto.
La performance empezó con una breve pieza instrumental, acompañada por una simple y alegre coreografía, y el set abrió con Envión, que rápidamente puso a bailar y a aplaudir a todos. El ritmo funky y el pegadizo estribillo de la canción fueron la apertura perfecta para un recital que, desde la primera canción, ya perfilaba a ser excepcional, especialmente siendo esta la primera vez que los oriundos de Villa Crespo dicen presente en el festival.
Siguieron Pin Pun y Mágico. El ritmo de la vida, uno de sus principales hits, sonó a continuación, acalorando el espacio a pesar del frío que reinaba fuera del galpón.
El slap en el bajo de “El niño” Giménez en la introducción de Está en tí puso de manifiesto la virtuosidad de él en este instrumento, que es el protagonista melódico en la mayoría de las canciones. Todo el Quilmes Garage, y a pedido de Ruggiero y Bacigaluppi, empezó a saltar al final de la canción, haciendo vibrar el suelo de cemento.

A continuación, invitaron a Pablo Vidal al escenario, que aportaría su dosis musical a través del saxofón en El cielo espera, una canción que es la ideal para sacarle brillo al talento de todos los músicos sobre el escenario, como el de Jeremías Segal en la batería, que supo mantener el groove en todas las canciones sin mermar la intensidad de los golpes.
Se aprovechó nuevamente el saxo de Vidal para interpretar La rubia tarada cover de Sumo, recordando con nostalgia a Luca Prodán.

El conjunto mezcla elementos del funk, del rap y del rock, y logra hacerlo de forma tal de ofrecer un producto homogéneo, muy prolijo y bailable. Es notable la influencia de Illya Kuryaki en su sonido y composiciones.
“¿Hacemos un último temita?” dijo Ruggiero antes de Despierta, que cerraría un setlist limpio, muy ensayado, y que obligó a los asistentes a mover los pies.

Crónica realizada por Remigio Gonzalez, fotografía Federico Verra para www.delaviejaescuela.com

Compartir este artículo
%d