“Es así”, el último disco publicado por Las Pelotas, cumplió su primer año el 6 de marzo. Seguramente, en su momento, las cosas estaban planeadas de otra forma para la banda. Y el show del 20 de Marzo no fue precisamente una presentación del álbum, fue una banda histórica en Argentina que tenía ganas de salir de nuevo a los escenarios.
Después de que la banda abriera el show rondando las 21:30 horas, con Nunca te Jugaste y Cuantas cosas, el cantante Germán Daffunchio, introduce Díselo como “una canción de ese disco que salió antes de que se pudriera todo”. La quinta canción de “Es Así” sonaba en la Plaza de la Música con una escena proyectada en las pantallas, una canoa sola, aislada, en medio del mar. Sigue siendo imposible ignorar lo que se vivió. Y el recordatorio siguió ahí, transformándose, pasando de ser ese navío a unos brazos añorando libertad entre rejas, con esa imagen tocaron Las voces.
Pero hoy, ese cautiverio solo fue recuerdo con Germán remarcando: “Cuantos amigos acá”. Acá, presentes, no más encierro ni música en vivo a través de streaming. Aprovechando que en ese pasaje de la canción no era su turno de interpretar, sino de sus compañeros, se levantó de su silla para pasearse frente a ellos. Pasearse, aplaudirlos, emocionarse tanto como el público con la música que se hacía oír. Como si les dijera sin palabras lo feliz que está de volver al ruedo. Interpretan Es Así y al terminarla, esa felicidad de tocar sí tuvo palabras. Alguien del público grita “Vamos Gabi”, Daffunchio replica el grito y la bajista Garbiela Martinez responde “Vamos, pero vamos juntos”.
Con Era se marcó un tono distinto. Las canciones fueron, hasta ese momento de las mas tranquilas, pero había un león enjaulado, un cantante que tenía ganas de levantarse de su silla y cantarle al público de pie y con toda la expresión que la canción, con la euforia de la batería de Gustavo Jove, exigía… pero logró reservarse aunque sus pies temblaran para contenerse.
Para bajar de ese momento de éxtasis, las luces se apagaron. Dos reflectores apuntan al escenario. Uno al frontman y el segundo al arpa que entraba al escenario para ser interpretada por Sonia Alvarez. Germán hace una pequeña introducción, incompleta para que el público rellene en su mente con el titulo de la canción: “Todos fuimos, somos y seremos…” y juntos, los dos músicos reprodujeron Victimas del Cielo en la versión que hace un par de semanas publicaron en sus plataformas.
Pero una canción calma no es suficiente para calmar un espíritu que exige la euforia de un recital de esta banda. Las siguientes canciones fueron coreadas con mas entusiasmo que el inicial. Con Bombachitas Rosas el público gritando y remarcando el “Si sabes muy bien a donde voy” del estribillo y Personalmente, que genera un grito unísono con “Personalmente creo que todo esto es una locura”. El germen de la euforia ya estaba y ni Daffunchio lo soportó y finalmente exteriorizó con palabras lo que su cuerpo ya estaba indicando desde hacía unas de canciones: “Es difícil quedarse sentado”. Para después recordar porque las cosas son así dedicando Como una Estrella a los seres queridos que se fueron a causa del coronavirus. Paralelamente el estribillo puede ser dedicado a los presentes esa noche “Volveremos a vernos de nuevo”
La sala se tiñó de verde, ¿los lasers de la seguridad por barbijos bajos o gente de pie? No por el momento. Las Pelotas retomó sus inicios y su herencia de Sumo, las pantallas verdes, al igual que las luces para ilustrar el reggae de la sala con Una Tregua y Que estés sonriendo. Ahora sí, el público contuvo cuanto pudo pero los lasers verdes del escenario se volvieron los de la seguridad. Fue imposible para algunos quedarse sentado escuchando como de la trompeta del “Pollo” Ferrero salía Si Supieras. Esa melodía que invita a cantar “Vamos las pelo…” alentando como si de fútbol se tratase.
Y con esa canción se inauguró el momento de clásicos Amar sin Complejos, Será… la cual fue acompañadas de disturbios y guardias sacando a una persona que no pudo soportar la emoción. Un golpe de realidad cruda en esa burbuja de alegría que se generó por volver a ver música en vivo. Es difícil, pero las restricciones que hay, son las que permiten poder vivir algo así en medio de toda esta locura. Después de ese momento de tensión, silbidos de desapruebo en el público y una banda a punto de despedirse; la fiesta continuó.
“Sabemos que esto es una mierda pero gracias por venir. Esto para nosotros es una inyección de vida… Creo que se que tocar”. Una guitarra funk y un público levantando sus brazos al ritmo de Shine. Una canción de cumpleaños, no porque ya se haya cumplido un año del decreto de cuarentena, tampoco por la salida del disco. Es esa canción de cumpleaños fusionada con el himno de Estados Unidos para recordarnos que estamos en el sur… bien al sur… garantizado.
El show ya llegaba a su fin. Esas canciones icónicas dejan éxtasis en el público pero todavía falta la salida, la cual debe ser organizada por la bioseguridad que se debe preservar para poder seguir teniendo eventos culturales en lo que la pandemia dure. Después de, aproximadamente una hora y media de show, una canción tranquila, folclórico incluso. El Cazador, funcionó como epilogo de la noche en la que Las Pelotas volvió a los escenarios de Córdoba después de mas de un año.
Crónica realizada por Santiago Mansilla, fotografías a cargo de Franco Alonso, para www.delaviejaescuela.com
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