El pasado viernes la banda uruguaya se presento en “Plaza de la música” para presentar su nuevo disco.
Un discopático es aquel que ostenta la enfermedad de los discos y que, según los integrantes de la banda, esa enfermedad lo afecta inter-musicalmente, proporcionando felicidad a los oídos. Y ostentar significa exhibir con vanidad, llevar a la vista, presumir una cosa en particular. Entonces podemos hablar de que La Vela apela a una especie de hipnosis buscando que entres en un loop/transe con el material.
El pasado viernes, llegando las 22 hs, en La Plaza de la Música pudimos ver un poco de esto. No es para nada novedoso que la banda liderada por Sebastián el enano Teysera y Sebastián cebolla Cebreiro movilicen discopáticamente (en los términos que mencionaba arriba) al público cordobés.
En esta ocasión presentaron el disco. Entero. Ninguno se quedó afuera. En uno de los cortes, el enano comentaba que presentar un nuevo material conlleva cierto momento de adaptación, aceptando que “algunos se las saben, otros no. Esto es normal”. A las y los seguidores de La Vela eso mucho no les interesa, pasa a un segundo plano, conociendo lo que la banda uruguaya genera en nuestras baldosas.
Dieron vueltas por todos los discos, tocando los tradicionales y chocando de frente con el porvenir: “La Calle Adicción” fue uno de los primeros, con mucho agite. Pasando por “Clarobscuro” gritando y riendo con demencia, “La Pastilla” (ft. Arquero) coqueteando con la vanguardia, “Para No Verme Más” abrazando melancolías y melodías acústicas, y hasta se dieron el lujo de un mood cómico teniendo que volver a comenzar algunos (por ejemplo con “dice”) con el argumento de que Teysera se olvidaba las letras.
El cierre fue con “José Sabía”, con la contradicción de que esos amores no pueden durar, pero el de los fanáticos de La Vela si, sabiendo y entendiendo lo fundamental de festejar para sobrevivir.
Crónica realizada por Juan Pablo Rodano, fotografías a cargo de Eugenia Barrera para www.delaviejaescuela.com
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