LA RENGA EN FERNANDEZ ORO: “Entre el mundo y las veredas viejas”

El pasado sábado 19 los muchachos de Mataderos le dieron un broche de oro, por ahora, a la gira de presentación de “Alejado de la red” en la localidad rionegrina de General Fernández Oro ante más de 30 mil personas que vibraron al unísono en un show que marco la historia de esta pequeña localidad.

Desde el anuncio de esta cuarta fecha, con la cancelación proveniente desde Neuquén, la incertidumbre de saber dónde se mudaba el banquete y finalmente el recibimiento de Fernández Oro se conformó un marco propicio para lo que sería un hito en la historia del Alto Valle.

La jornada del día sábado se vivió con muchísima emoción y ansiedad por lo que vendría, es que no solamente se trató de un recital, sino también del reencuentro de La Renga con su público del sur, luego del párate voluntario para la grabación del disco más la suma del aislamiento obligatorio causado por la pandemia del Covid-19, pero esto ya es historia y como diría luego Chizzo “que nunca más nos separe ningún bicho ni ninguna guerra”.

Esta crónica no se trata solamente de este último show, sino también es un resumen de todo lo acontecido durante estas semanas desde que La Renga salió a girar.

Primero cabe destacar que con este cuarto banquete completó casi un total de 200 mil personas en las cuatro presentaciones (Santa María de Punilla, Salta, Potrero de Los Funes y Fernández Oro), miles de personas que juntaron cada mango para estar ahí, qué viajaron, se emocionaron, cantaron, gritaron y lloraron por una banda, si fuéramos simplistas nos quedaríamos ahí, en que lo hacen por una banda solamente, pero ¿qué tipo de banda es La Renga?, ¿Por qué convoca, pero además interpela a tanta gente? Para resolver esa incógnita debemos nombrar un montón de factores que están a la vista porque seguramente existan muchos más que no conocemos.

Uno de los motivos más fuertes es que La Renga sigue siendo ese grupo de amigos de Mataderos que empezó a tocar hace 33 años y en el camino tras patear las mismas calles fueron publicando discos, llenando reductos qué después se transformaron en estadios, giras que trascendieron lo nacional llegando a contar con una masividad aun en países vecinos como Chile, pero todo eso no los cambio y un claro ejemplo de ello es como encararon esta Gira, viajando en moto junto a amigos y allegados a la banda, recorriendo nuestras rutas, sabiendo que en el medio iban a cruzarse con los rengos de todo el país que llegaron hasta diagramar mentalmente porque caminos podían pasar para ir al encuentro de ese abrazo con Tanque o esa firma de Chizzo, pero resumiendo el viaje que encararon se trata al fin de cuentas de una historia de amistad, de música y de fidelidad.

Otro punto a destacar es la suma de factores humanos que son imprescindibles a la hora de montar la infraestructura y luego viajar con toda esa mole para anclar escenario en la siguiente parada, para ello La Renga cuenta con sus “mismos de siempre” que están a cargo de todo el trabajo que se debe llevar adelante para que ellos luego puedan subir a tocar.

Ahora bien, ¿Por qué conmueve? Tiene que ver con pasiones profundas y sería difícil resumirlo en palabras y que esta crónica sea breve, pero lo más importante que toca al público de parte de La Renga son sus canciones, canciones en las cuales se habla de libertad, de romper con los mandatos y hacer lo que el corazón dicte, de lo importante que es encontrar nuestras propias

verdades y vivir algo más, estrofas enteras dedicadas a nuestros orígenes que recalcan la importancia de los pueblos originarios y de cuidar el lugar que habitamos.

Tal vez por todo eso un joven quebrado sea llevado en carretilla y empujado por sus amigos para no perderse el Banquete. “Esos son amigos, lo demás es cuento. La Renga genera esto y mucho más”, dijo uno de los pibes que protagonizó la escena al diario La Mañana de Neuquén.

Lo cierto es que La Renga llego a Fernández Oro con toda la carga emocional que eso implica arrastrando a miles de pibes que vienen siguiendo la gira y convocando además a los rengos locales que aprovecharon esta oportunidad oportuna de verlos cerca de sus hogares.

Cerca de las 18 hs en el predio “La Masía” se dio luz verde y las puertas fueron habilitadas para que el público ingresara mientras “Dulce ironía”, banda rionegrina, acompañaba la jornada con sus canciones luego de ellxs los encargados en servir el plato siguiente de este banquete fueron “Caballo Salvaje”, grupo patagónico de Rock Pesado provenientes de Neuquén, en esta ocasión y como en las anteriores hubo lugar al legítimo reclamo de causas sociales sobre el escenario así es como el líder de la banda pidió justicia por Facundo Castillo, joven atropellado a la salida de una fiesta en Cipolletti el pasado mes de diciembre.

Mientras tanto, la previa se desarrollaba en las inmediaciones y accesos al predio, copando parte de las rutas 22 y 65 con puestos de comidas y bebidas atendidos por orenses, como así también por habitantes de localidades aledañas que se llegaron a Fernández Oro para recibir al público rengo.

Cayó la tarde y con la luna de testigo a las 22 hs puntuales el grupo de la estrella salió a escena y como en cada ocasión dio un show sólido de casi tres horas cargado de energía donde además de seguir presentando el nuevo disco “Alejado de la red” deleitaron a los presentes con el largo listado de himnos que caracterizan al repertorio de la banda. Durante el show sonaron temazos rengos como “Desnudo para siempre”, “Ruta 40”,“Bien Alto”, “El twist del pibe” y clásicos que están grabados en el inconsciente colectivo de nuestro rock tales como “La balada del diablo y la muerte”, “En el Baldío” y “El Revelde”.

El banquete tuvo de todo; fiesta, emoción a flor de piel, adrenalina e incluso el público tuvo la oportunidad de cantarle el feliz cumpleaños a Jorge “Tanque” Iglesias, pasadas las 00 hs.

“Gracias a Neuquén por darnos la posibilidad de venir a Fernández Oro” dijo Chizzo haciendo referencia a la suspensión que tuvieron desde la municipalidad Neuquina para realizar el show en el Paseo de la Costa.

Finalmente, aseguró “esta gira para nosotros fue salir con todo” característica notoria en cada una de las presentaciones que tuvo esta gira, que según sus palabras va a continuar, además se lo vio sumamente agradecido con Fernández Oro por abrirles las puertas de su casa.

Esta cuarta presentación tuvo su cierre perfecto con “Hablando de La Libertad”, el clásico himno de la banda, ese que canta a todo pulmón ese Rengo ya abuelo que presenció el nacimiento de la banda y que ahora comparte el campo con esos treintañeros que en su adolescencia se toparon con el álbum de la estrella y de ahí en más sus vidas cambiaron para siempre, quienes a la vez también miran desde el costado como los más pibes que se sumaron en algún disco más reciente se desesperan por llegar adelante y meterse al pogo para salir después sin una zapatilla pero felices. Todos ellos al unísono vibran cantando “Morir queriendo ser libre” y comparten esa misma pasión, ese formar parte de algo más profundo que ver a una simple banda de rock.

Crónica realizada por Ara Caballero, fotografías a cargo de Martin Cornejo, para www.delaviejaescuela.com

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