JUAN TERRENAL: “Volviendo a cero”

Juan Terrenal se presentó por primera vez en las tablas de Espacio Quality y demostró por qué es la mejor banda de córdoba.
Viernes 13 y a pesar de los cabuleros y los supersticiosos, salimos a la calle a buscar rock. Ya lo dijo el Indio y en cierto modo es palabra santa, las supersticiones traen mala suerte. Miguel Amaya y los suyos entendieron la premisa a la perfección y se aventuraron en su primer Quality, una de las plazas ya icónicas de la movida cordobesa, para presentar su nuevo material “Partes”.

A partir de las 21 el local de Avenida Cruz Roja Argentina abrió sus puertas para que la gente empiece a copar el lugar. El domo, acondicionado para la ocasión, recibió a Santa Kim, encargados de calentar las tablas. Cortito y al pie, mostraron su rock alternativo con tintes de grunge y toques electrónicos. El look de Diego, cantante de los Santa, recordaba mucho a Johnatan Davis o a Serj Tankian por la combinación de falda y remera oscuras. El pico de su show fue el cover que hicieron de “Brick by brick”, canción de los siempre jóvenes Boom boom kid.
El negro telón cubrió por completo el escenario mientras los plomos preparaban el set terrenal. Esperamos media hora hasta que las luces se apagaron y quedamos en penumbras, con una leve luz blanca difuminada por el humo como única antorcha. La pantalla gigante adornaba el fondo del escenario y en la retaguardia las bases: teclados en el costado izquierdo y en el derecho los parches y platillos; el medio deshabitado. Justo en ese espacio apareció un circulo, con las iniciales JT en medio de la interferencia y la lluvia que sabemos ver cuando se corta la tv. Entre los sonidos de frecuencias mal sintonizadas se escucho una voz, la de Mario Pergolini. El cabeza de Vorterix fue el presentador de la noche: “Con ustedes, Juan Terrenal” y el primero en sonar fue “Elegir”. Ahí nomas “No duele” (entonada por Lula Bertoldi desde la pantalla por la que antes vimos a Pergolini), ambas canciones de “Partes”; seguido por la marcha marcial de “Desamparo”. Tomando un respiro, Miguel saludo a un público bien heterogéneo: Desde fans de primera hora, un par de caras que los veían por primera vez, chicos, grandes, hasta viejitos. Estaban todas las familias de los Terrenales, las hijas de Miguel correteaban por el campo y cada tanto se pegaban a la valla para ver a su papá haciendo lo que mejor sabe.
Fue una noche de muchos invitados (en serio, muchísimos invitados). Fran de 4 al hilo fue el primero y le robo el lugar a Miguel para cantar “Frágil” con sus lentes negros y rulos desprolijos. Carlos Sada, de Sullivan, destaco por su sombrero cowboy y también prestó su voz. Esteban Kabalin, el líder pelilargo de Pésame, y los chicos de al Vacio, también dijeron presente. El mas festejado de los invitados fue Abril Sosa. El ex batería de Catupecu Machu la rompió cantando a dúo con Miguel el clásico de The Cure, “Boy´s don´t cry”, pero en español.

“Hace un par de días que llueve, es que hoy toca Juan Terrenal” sentencio el líder Terrenal y arremataron con “Llueve sobre mí”, el clásico de primera hora que nos puso nostálgicos y a revolear la cabeza. “Para Claudia, el amor de mi vida” fue dedicada “Vida sin sol”. Miguel recalco que es difícil estar con él, y agradeció a su mujer tantos años de aguante.
Bajaron un cambio después de un rato largo bien arriba y ahí fue cuando Miguel aprovecho para agradecerle a sus compañeros de banda, definiéndose como un “No-músico” y como el espectador mejor ubicado en cada show de Juan Terrenal, les dedico “Aviones”. En ese momento, en el espacio vacío entre teclados y batería, siluetas negras comenzaron a armar una segunda batería. Mientras los cuerpos negros seguían en su empresa de preparar el segundo set de parches y platillos sonaron bien fuerte “Que mas”, “Malas costumbres”  y “Se cae el techo” mientras en la pantalla dibujos estilo anime y comic decoraban las canciones.
Terminada la batería del medio, invitaron al escenario a Matías, un amigo de la banda que tenía un sueño: tocar con Juan Terrenal. Junto a Patricio Petros se batieron a duelo con todo su arsenal color bronce y nos regalaron versiones bien potentes de “Anime” e “Igual” a dos baterías. El momento de la noche fue ese, sin duda.

Llegando al final, Miguel no pudo contener la emoción y sentencio “Seguramente por ahí abajo hay varios locos que más de una vez se preguntaron ´por que no?´. Nosotros lo hacemos siempre que nos proponemos algo, y por qué no Quality?”. “Última canción” fue el principio del fin y en ese preludio, el escenario a oscuras, los Terrenales con capuchas iluminadas y en la pantalla un contador que rezaba 3:45. La cuenta regresiva empezó con los primeros acordes de “Vuelvo a Cero”, el clásico cierre de todos sus shows. El otro momento de la noche, la vorágine de observar el reloj correr en reversa sabiendo que llegar a cero es recomenzar. Juan Terrenal nos reseteó, volvieron a cero, y hay JT para siempre.

Crónica realizada por Agustín Martínez, fotografías Martín Cornejo para www.delaviejaescuela.com

 

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