Exactamente a las 17:25, y bajo un cielo con las nubes cada vez más dispersas, “El Bordo” salió al escenario principal para dar el presente en la edición 2018 del festival más federal del país. “Buenas”, dice Ale Kurz en la intro de “Soñando Despierto”, que fue respondido por todos los presentes con gritos eufóricos. Si hay algo que el disco Carnaval de las heridas les regalo a sus fanáticos fue el apodo de Los perdidos, que no esperaron para saltar y mostrarle a los artistas sus banderas. Las visuales del espectáculo mostraron los videoclips del conjunto, entrecruzados con lo que sucedía arriba del escenario en ese momento. “¿Vamos a bailar un poquito?” pregunto Kurz mientras sonaba Humano, propuesta que más de un fanático aceptó sin retruco. “Esta canción nació en las montañas, y se la queremos dedicar a las montañas” explicó el frontman justo antes de Lejos, que fue una de las canciones más festejadas por todos. Sonó, a continuación, Corazones olvidados, cuyo interludio invitó, tácitamente, a aplaudir a todos los presentes. Diego Kurz le dio identidad a las canciones, marcando la mayoría de los riffs principales, y Pablo Spivak marcaba prolijamente el pulso con las bajas frecuencias. Leandro Kohon, detrás de las teclas y la ocasional armónica aportaba los detalles y arreglos que completan la presentación, y Ale Kurz, con su característica Gibson 335 roja, comandó un show limpio, sin excesos, y musicalmente impecable, demostrando una vez más que sus presentaciones en vivo son de altísimo nivel. Los perdidos nunca dejaron de moverse, las banderas nunca dejaron de flamear, y El Bordo cerró su presentación en el Cosquín Rock 2018, no sin antes dejarnos ver un stage dive del menor de los Kurz. Toda la presentación le hizo honor a las palabras de Palazzo, que sentenciaba con seguridad que una banda muy convocante puede dar un excelente espectáculo incluso antes de que el sol se esconda.
Crónica realizada por Remigio Gonzalez para www.delaviejaescuela.com
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