DIVIDIDOS EN VÉLEZ: UN ACTO DE JUSTICIA

El power trío integrado por Ricardo Mollo,Diego Arnedo y Catriel Ciavarella volvió al Estadio José Amalfitani.

Divididos con uno de los invitados especial de la noche, Chizzo Nápoli.

Casi 30 años tuvieron que pasar desde esa presentación del año 94 para que La Aplanadora vuelva a Vélez, fecha de la que quedaron con un sabor amargo, al menos para los músicos esa fue la sensación y en palabras del mismo Mollo en la conferencia de prensa brindada para anunciar la gira de los 35 años, la noche del sábado 13 era una revancha.

El show tuvo todo lo necesario para ser una fiesta, partiendo desde la puesta en escena, la calidad de las pantallas y la imagen proyectada en las mismas, el sonido excepcional (que caracteriza a Divididos), la excelente organización, el público llegando temprano para ingresar e inclusive el clima colaboró para que sea una noche inolvidable.

Más allá de todos estos factores, en las semanas previas y desde el anuncio del Vélez se percibía entre el público la sensación de que esta fecha iba a ser especial y que había que dar el presente. Luego de haberlo vivido lo confirmamos, este recital era algo que Divididos se merecía hace muchos años. Fue una redención para una banda que siempre se caracterizó por marcar sus propias reglas en el juego, no por rebeldía sin sentido, sino con el fin de ser artísticamente lo que a ellos les plazca, sonando al re palo, sin pifies y con una gran autoexigencia, siendo exponentes como músicos cada uno en su instrumento y largando material nuevo en los tiempos que ellos prefieren, sin la demanda generalizada de discográficas que obligan cada 2 años tener un disco nuevo en las bateas.

Pero ahora bien, vamos a hablar puntualmente del recital, el arranque fue con una proyección audiovisual de un trabajador mirando el atardecer, en las pantallas el film demostraba la calidad de imagen que se desplegaría a lo largo de todo el show.

Ese mismo hombre fue el que luego se subió a una aplanadora y nos pasó por encima rompiendo la pared del escenario, como anticipando lo que se venía en las próximas 3 horas de recital. Ese fue el puntapié para que Catriel, Ricardo y Diego salieran a escena con todo el power que únicamente Divididos puede tener. “Paisano de Hurlingham” abrió la lista, seguido de “sábado”, “el 38” y “Cuadros Colgados”; al palo, sin respiro, para que la hinchada transpire desde el principio.

Ese inicio fue solo la entrada a un recital que prometía un montón, porque a lo largo de la noche hubo puntos altos de emoción, conexión y rock and roll. La lista de 31 canciones estuvo conformada por perlitas como “Los sueños y las guerras”,”Gárgara larga”, y los nuevos clásicos “Cabalgata deportiva” y el estreno en vivo de “San Saltarín”. A mitad de la noche las luces del escenario se apagaron y empezaron a desfilar los invitados, los primeros fueron Gustavo Santaolalla y Javier Casalla para interpretar “Que ves”, el hit del cual Divididos renegó durante años.

A continuación viviríamos uno de los momentos más emocionantes de la noche, a mitad del campo y detrás de la torre sonido derecha se veía una plataforma circular, nadie podría adivinar al momento del ingreso el porqué de esa plataforma allí, pero fue luego de “Que ves” cuando Ricardo atravesó el pasillo que dividía el campo en 2 (no sin antes saludar a todos los que le extendieron sus manos) fue cuando cobro sentido, el objetivo era ubicarse de cara a la parte trasera del campo y a la popular, como bien lo definió él, fue “Un tiro para el lado de la justicia”, e interpreto una versión acústica y en solitario de “Spaguetti del Rock”. La conexión de Mollo con el público, el coro de 45000 almas cantando al unísono y la emoción que se sintió a través de su voz y su mirada no necesitaron explicación, aunque ahora haya que ponerle palabras.

Esa intimidad entre los espectadores y él se sintió como un premio a un profesional de la música, a su continuidad y a la persistencia después de tantos años formando parte de la historia de nuestro rock nacional, se lo vio emocionado, conmovido, pero principalmente lleno de gratitud. Siguiendo con la lista de invitadxs “Vientito de Tucumán” tuvo una majestuosa versión acompañada de Nadia Larcher en la voz, una de las 3 grandes artistas que acompañó a la Aplanadora. Quienes también estuvieron presentes fueron Nana Arguen en guitarra para “Sisters” y con una breve intro de “Despiertate Nena” y “Amapola del 66” con Leticia Lee.

Divididos en el Estadio de Velez Sarsfield.

Y todavía al público le esperaba uno de los invitados más relevantes, sobre todo porque no es un músico que suele estar en shows de otros artistas o bandas, y así fue como Ricardo anuncio a “Una persona muy querida, un rockero” saliendo Chizzo Napoli al escenario acompañado de una guitarra y una boina al mejor estilo Brian Johnson para interpretar una versión infernal y aplanadora de “Sobrio a las Piñas” con una batalla de guitarras incluida, de acaso de los 2 máximos exponentes del rock de nuestra generación. Estaba previsto antes en el orden del show la presencia de Gustavo, pero a último momento y en horas de la tarde Divididos decidió regalarnos una sorpresa más y lo indicado era que fuera previa a los bises. Luego de esa versión abrumadora de “Sobrio a las Piñas” Mollo nos anunció que se retiraban del escenario para dejarle el espacio “A unos ya familia a esta altura de la vida, que son los rengos que hace mucho tiempo no tocan en Capital”, Chizzo, Tete y Tanque se apoderaron por un tema de los instrumentos de los Divididos, con una versión celebrada por todo el estadio de “El final es en donde Partí” acompañados también de Javier Casalla.

Más allá de que fue lo más levantado por muchos medios lo de La Renga le puso el moño a una velada que ya era perfecta, y quedo demostrada la comunión que aún existe en cierto sector del rock y afirmó la humildad de La Aplanadora, el compromiso con lo que dicen y lo que hacen, sin necesidad de pertenecer o militar para ningún espacio político este acto fue una expresión política como así también el gesto de contar con espacios para donaciones de la Fundación Sí, difundiendo búsquedas de personas de la Red Solidaria, invitando a La Garganta Poderosa y colaborando con la Fundación Empate. No es algo de ahora, la banda viene desde hace años apoyando toda clase de iniciativas sociales. Lo que hizo Divididos en Vélez fue mucho más que una fiesta de cumpleaños y como dijo Ricardo en un momento de la noche, esto fue “Un acto de justicia”.

Crónica realizada por Araceli Caballero, fotografías a cargo de Martín Cornejo, para www.delaviejaescuela.com

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