Danzar por estos tiempos se puede hacer de diversas formas. Desde lo más estilizado y estudiado, cuidando al detalle cada paso, a lo más circunstancial y espontáneo moviendo cada uno de los rincones del cuerpo, de la forma que la melodía lo invite.
Por lo menos quien escribe las siguientes líneas lo vive de esta última forma. Callar no decir sin más que aquello que pueda expresar el cuerpo. Cerrar los ojos, abrir los oídos. Desplegar los brazos, despegar los pies. Prepararse a volar.
Momentos únicos, que aunque sean recurrentes se vivencian y se sienten diferentes.
El pasado sábado asistimos a la fiesta que Dancing Mood preparó en el marco de presentación de su nuevo material “On The Good Road”.
Una muy buena excusa para verlos nuevamente, esta vez en tierras Krakovianas, y deleitarse con buenas dosis de Ska´s endulzadores de oídos por medio de sus vientos e instrumentos siempre tan bien dispuestos.
El sábado llegaba a su fin y con el nacer del domingo surgían aquellos que ensayaban sus movimientos cuyas gargantas apelaban al amargo sabor ante el calor creciente. Los encargados de saciar la espera serían los locales de La Flora Bartola y su costumbre del buen sonar para intensificar el movimiento.
Cercanas las 2, ante un buen marco de asistencia, disparaban sus primeras notas Hugo Lobo y compañía. “Ska Boss” fue la encargada de dar el puntapié inicial al bailoteo. Su sigilosa pero pegadiza melodía daba los primeros argumentos de un material que lleva el tiempo atrás a sus primeros trabajos como 20 minutos y Dancing Groove.
Siguiendo la misma tónica rítmica Street Rules y On The Good Road desencadenaron el fiestón, siendo Bag-o-wire y Shot in the Knee, quizás la más aplaudidas y festejadas por su contenido fastivalesco.
Caras repletas de felicidad, sonrisas endulzadas que inflaban pómulos por las crecientes carcajadas. Mucha calidez se respiraba en un ambiente amistoso. Entremedio de ellos y ellas, se desataban concursos de pasos raros, pocos ortodoxos, material indispensable en la comunión de locos aventureros.
Un tiempito, como no, para dar repaso a aquellas canciones que ya se hicieron inmortales en cada uno de los reencuentros. You are so delightfull (20 Min) y Non Stop (non Stop) como estandarte reventaron algunos ligamentos en los estallidos pogueanos.
A la mitad del encuentro Hugo dedicó algunas palabras para agradecer por el aguante y recibimiento de siempre. Contó que su siguiente tema estaba dedicado a su familia, pero principalmente a sus abuelos, pero en cierta forma también dedicado a la docta, ya que una de ellas era cordobesa. Un momento maravilloso que el piano y el saxo hacen casi personal. La flauta que eriza la piel e invita a seguirla en el serpentear de sus notas, hace de un tema cargado de sentimientos.
Trás la presentación oficial del disco nuevo, Dancing dispuso para la despedida su artillería más pesada para que el final fuera bien explosivo.
Confucious llevó al encuentro en el centro para convertirse en el centro de la tormenta. La algarabía de los cuerpos resaltaba el rojo incandescente. Un pogo frenético que aumentaba con Blowing y Making Bottles emparejando los cuerpos y Ska Explosion llevando el éxtasis a su punto más alto.
La despedida no podía ser de otra manera de como ya nos tienen acostumbrados. Un preludio intenso a cargo de esa guitarra magnífica, vientos soplando en popa rumbo al desencadenante batallar de mundos humanos en el ojo del huracán. Una explosión de sentidos marcados con esa fusión de Ska, Jazz, Calipso entre otros géneros que aturde hasta los mismísimos cielos. Police Woman es todo eso y más, hace del cierre un momento ideal, de piernas tiritantes con ganas de más.
Un nuevo encuentro con esta Big Band Argenta que denota un espléndido momento en su Comunión Musical cuya regla principal es bailar.
Cronica por Nahuel Navarro. Fotografías por Elizabet Kenny.
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