CREEDENCE: “Arte de décadas pasadas”

A las 22:50, y después de una firme espera, arrancó el primer show internacional en el escenario principal del festival. Creedence Clearwater Revisited subió discretamente al escenario, sin alardes, y cada uno tomó su instrumento. El público, notablemente renovado después de Ciro, muestra una calma y una atención a la música inédita en el Cosquín. Todas las luces apuntan a Doug “Cosmo” Clifford en la batería y a Stu Cook en el bajo, ambos fundadores de la agrupación en 1995, solo dos años después de que Creedence Clearwater Revival haya sido inducido en el Salón de la Fama del Rock & Roll.

Sonó después Green river, lo que arranco muchas expresiones de sorpresa de los asistentes, que decidieron en ese momento acercarse más a la tarima.
“Its gonna be a good night for us” expresó Stu, justo antes de interpretar Who will stop the rain?, cuyo estribillo fue coreado por todos los presentes. Con un practicado español,  Dan McGuinnes sentenció: “¡Nos divertimos esta noche!”.

Seguía en el set Susy Q canción cuyo riff principal fue coreado a la perfección con la cuarta vocal, recordándoles a los artistas que están en territorio argentino. El extenso y complejo solo de guitarra de Kurt Griffey encendió a todo el público, que volvió a mecer las banderas y a levantar las manos en señal de apreciación.
La música de este relativamente nuevo Creedence denota un interés en resaltar el movimiento swamp rock, muy famoso en la época de nacimiento del Creedence original, y que se caracteriza por un protagonismo de las guitarras, y letras pegadizas y cantables.
Todo los asistentes del escenario principal corean “Creedence, Creedence”, momento que Stu aprovecha para presentar a todos los músicos estadounidenses. Doug Clifford, gran amigo y compañero de Stu, generó un momento muy especial, cuando contó brevemente la historia de la banda, y reveló que toca junto con Stu desde hace más de 55 años.
Más adelante sonó Down to the corner, muy aplaudido por todos, y cuyo pegadizo ostinatto todavía queda en la memoria de muchos.

Tres clásicos quedaron encadenados: Bad moon rising hizo bailar a todos al ritmo del boogie, y las banderas se agitaron nuevamente. Siguió Proud Mary, muy aplaudido y bailado. Fortunate song cerró esta breve sección de éxitos.

Sonó después el clásico que todos esperaban. Have you ever seen the rain? despertó la melancolía del público, y que se vió reflejada en la expresión de los artistas, que sonrieron durante toda la actuación.

Creedence Clearwater Revisited cerró un show sobrio, prolijo, sin visuales, donde asistieron muchos fanáticos de la música de hace muchos años.
Las inconfundibles bases de Clifford y Cook, junto con la guitarra base de McGuiness y la solista Kurt Griffey y los aportes multi-instrumentales de Steve Gunner cumplieron a la perfección con el ambicioso propósito de la agrupación: hacer homenaje a la banda que marcó a toda una generación, que reinó durante décadas los top charts y que generó hits que todavía escuchamos hasta hoy. Esto nos recuerda que la música de Creedence sigue viva, y que el arte de décadas pasadas sobrevivirá mientras haya almas dispuestas a disfrutarla.

Crónica realizada por Remigio Gonzalez, fotografía Dayana Olmos para www.delaviejaescuela.com

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