Hablamos con Kid Pochoclo que acaba de lanzar “Gotas de Luna” es el álbum debut del artista argentino , preparado durante dos años y medio de improvisaciones en vivo. “Gotas de Luna” reúne las once mejores piezas de esa compilación. Fueron re-editadas y remasterizadas en estudio profesional para lograr el sonido de un disco, pero manteniendo la frescura de las grabaciones originales hechas en su canal de stream.
DLVE: ¿Qué evaluación hacés de la etapa de producción del disco?
KP: Fue un proceso peculiar. La dinámica del proyecto nunca tuvo como intención hacer un disco, sino más bien tocar música improvisada como un ejercicio creativo interminable y sin dirección alguna. Bueno, eso fue divertido de hacer durante los primeros años, hasta que llegó un momento en que tanto yo como los que escuchan los streams sentíamos que había que encapsular todo ese esfuerzo en algún tipo de obra. Ahí empecé a reescuchar las improvisaciones que tenía convenientemente archivadas, las ponía en un Excell, les marcaba los tempos, las tonalidades, los géneros, los instrumentos y buscaba patrones.
Con el tiempo me di cuenta que todo lo que estaba marcado como “ambiental” era lo más lindo musicalmente. Y así nació el disco.
DLVE: ¿Cómo nació el proyecto artístico?
KP: Nació en pandemia como una forma de no perder la práctica artística. Tomaba animaciones
mudas que me encontraba en Instagram y les pedía permiso a sus creadores para agregarle música. Así me conecté con gente de todo el mundo. Después eso evolucionó en streams puramente musicales, que siguen hasta el día de hoy en Twitch, YouTube, Instagram y Tik Tok
DLVE: ¿Cómo fue la recepción del público?
KP: Mejor de lo que pensaba. Empecé haciéndolo solo para mis amigos y con el tiempo se fue
armando una comunidad de distintas partes del mundo.
DLVE: ¿Cuál es la evaluación que hacés desde el punto de vista artístico?
KP: Desde lo artístico, siento que el proyecto está en un punto muy lindo porque ya tiene una
identidad reconocible: una mezcla entre lo sensible y lo juguetón. Me interesa que la música
funcione como un espacio habitable, tipo “acuático/nocturno”, con capas que te envuelven sin apurarte, pero con detalles que te hacen sonreír si prestás atención. Para mí, lo más valioso es que no nace de “quiero sonar parecido a X”, sino de una búsqueda propia: tomar influencias y filtrarlas por mi manera de contar. A la vez, soy bastante autocrítico. Cuando lo escucho como obra, mi evaluación es que lo conceptual y lo estético están sólidos, y el universo visual acompaña bien, pero el desafío constante es subir un escalón en riesgo y en narrativa: animarme a decisiones más extremas (silencios, cambios de dinámica, temas más crudos o más simples), y lograr que cada lanzamiento no solo “esté bueno”, sino que también empuje el personaje y el mundo un poquito más lejos. En resumen: artísticamente lo veo consistente, honesto, con una voz propia que ya apareció y con margen enorme para crecer si mantengo esa mezcla de juego, obsesión por el detalle y emoción real.
Entrevista realizada por Carlos Milanesio para delaviejaescuela.com
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