El mundo de la música tiene mucho que decir. Y no solo a través de sus canciones.
El mundo del rock dio lugar a algunas de las personalidades más creativas de la historia de la música, y de la literatura del rock. Muchos de estos artistas incursionaron en la escritura, ya sea a través de poesías, autobiografías, o novelas. Logrando incluso mayor aceptación por medio de sus escritos, que por sus canciones.
La lista es de lo más interesante, y hay para todos los gustos. Desde Pat Smith con su prosa a flor de piel, pasando por Morrisey y su extraña novela sobre un equipo de relevo de atletismo americano. Que es acechado por una entidad maligna. Hasta Rosario Blefari con “Somos nuestro cerebro”, y “¿Somos nuestros genes?, sus obras de teatro.
Después de todo, no olvidemos que el ganador del premio Nobel de literatura en el año 2016, fue nada más ni nada menos que Bob Dylan.
Para comenzar este viaje a través de la literatura del rock, es importante despejar todo tipo de prejuicios que nos llevan a considerar estos artistas como algo menor. Y tomar la lectura de sus obras con la misma exigencia y placer, que lo hacemos con nuestros autores preferidos. Después de todo, no olvidemos que el ganador del premio Nobel de literatura en el año 2016, fue nada más ni nada menos que Bob Dylan.
Uno de los ejemplos más conocidos es el tema “1,2 Ultraviolento” de “Los Violadores”. Clara referencia al “Nadsat”, jerga creada por novelista Anthony Burguess. Para su libro “A clockwork orange” (La naranja mecánica). También hay quienes encuentran similitudes en la letra de la canción “Cuando pase el temblor” de “Soda stereo” con el cuento “Ruinas circulares” de Jorge Luis Borges. Incluso en el trabajo solista de Gustavo Cerati se puede apreciar “guiños” hacia la obra de Alejandra Pizarnik. Que se explican, con lujo de detalles, en el artículo escrito en el año 2020 titulado “Gustavo Cerati: Mereces lo que lees”, de la editorial Prosa. No es de extrañar entonces que muchos músicos se acerquen al mundo de la literatura del rock. Incluso desde puntos totalmente opuestos entre su obra literaria y musical.
Puede que no te guste el heavy metal, pero seguro te va a encantar “The adventures of Lord Iffi boatrace”. La primera novela infantil que escribió Bruce Dikinson, cantante de Iron Maiden. Y que vendió más de cincuenta mil copias en todo el mundo, agotando su primera edición.
“Todo pasa por cómo veo mi vida, con yerros y aciertos sobre un montón de cosas, sin preocuparme por la persecución implacable de la verdad y de la razón”.
Pero no todo es color de rosa en la literatura del rock, a veces los números que acompañan a un músico consagrado, no se reflejan en sus obras escritas. Quizá el caso más emblemático sea el de Madonna. Que en el año 2003, luego que su profesor de “Kabbalah” (corriente espiritual) le recomendara compartir con los niños una parte de su espíritu.
Escribió un cuento infantil, titulado “The english roses”. Que cuenta la historia de un grupo de amigas, que sienten envidia por una compañera de su escuela. Una hada madrina aparece para ayudarlas a entender que esos sentimientos no son buenos. Y les enseña que la vida no es tan dulce como ellas creen. El libro no solo pasó desapercibido en lo que a ventas se refiere. Si no que además fue duramente criticado. Poniéndole fin a la corta carrera de la reina del pop como escritora.
Pero no hace falta irse tan lejos para encontrar músicos que forman parte de la literatura del rock. Entre tantos ejemplos como Fito Páez, Fernando Samalea, Palo Pandolfo, o Andres Calamaro. Se destacan, sobre todo, por su contenido. Algunos trabajos como “El delito americano” del Indio Solari. La obra escrita por el ex “Patricio rey y sus redonditos de ricota” se trata de un comic. Que sumerge al lector en un futuro cruel, creado por los avances de la ciencia. En donde muchos países como Rusia y China caen de rodillas. Mientras que otros como Argentina y Uruguay se mantienen al margen. En tanto, el norte de Manhattan brilla como último bastión de la resistencia.
“No estoy siendo demasiado dramático al decir que si hubo una guitarra que cambió el curso de mi historia, fue la OGV”.
“Los textos silvertape” es el séptimo libro de Flavio Cianciarulo, el mítico bajista de “Los fabulosos cadillacs”. Que a través de sus treinta y cinco capítulos, comparte sus opiniones sobre diferentes tópicos. Que van desde a razón, hasta el acierto y las contradicciones.
“Todo pasa por cómo veo mi vida, con yerros y aciertos sobre un montón de cosas, sin preocuparme por la persecución implacable de la verdad y de la razón”.
Argumenta, mientras se niega a decir que su libro es autobiográfico.
También encontramos “Demasiadas pocas cosas” el libro que Emanuel Moretti, cantante de “Estelares” lanzó en el año 2018. El libro fusiona; los dibujos de cuando era estudiante de Bellas Artes en La Plata y bocetos de canciones que pasaron a ser “textos olvidados”. Convirtiendo su obra, en un trabajo que amalgama lo literario con lo visual. Dando como resultado, expresiones que abren un sin fin de posibilidades a esos pensamientos que cada tanto nos permiten divagar.
“No estoy siendo demasiado dramático al decir que si hubo una guitarra que cambió el curso de mi historia, fue la OGV”. Escribe James Hetfield es su libro “Messengers: The guitars of James Hetfield”. Que recorre su historia con la música a través de sus guitarras. El libro será presentado de manera oficial en día 17 de octubre. Mientras tanto, los ansiosos que lo esperan comiéndose las uñas. Pueden ver algunos adelantos en la cuenta oficial de instagram de “Metallica”.
Conclusión
Lo cierto es que hay mucho material dando vueltas, esperando a ser “encontrado” y porque no; compartido. La variedad de trabajos es realmente increíble. El mundo de la música tiene mucho que decir. Y no solo a través de sus canciones.
Artículo realizado por Diego Salazar
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