ANDRES CALAMARO: “CARGAR LA SUERTE Y UN “CACHITO” DE EXCENTRISMOS “

Andrés Calamaro presentó su último disco Cargar la suerte en el Orfeo Superdomo ante 6000 personas.

La interpretación que le damos al título tiene que ver sobre la forma de ser de Andrés Calamaro y todo lo que eso conlleva. Personaje, carisma, cercanía con el público, hasta podríamos decir que se puso el traje de standupero si cabe el término. Cerca de las 22 horas, y con un Orfeo con gran concurrencia, el show comenzaba bien arriba y hacía encender la llama del fervor que se notaba en el público que lo esperaba. La primera canción fue Alta suciedad, la cual rompió el hielo y le dio inicio a una larga noche que iba a mezclarse entre clásicos, homenajes y nuevos temas. Tal es así que, en la primera parte del show, pudo verse cómo Andrés mencionó al reciente tanguero fallecido “Cacho” Castaña, a quien le dedicó unas palabras, le ofreció un aplauso en su memoria y recitó un fragmento de Cacho de buenos aires. Ahí es donde pudo verse algunos descontentos en cierta parte del público, teniendo en cuenta que Castaña fue considerado como machista y misógino.
En términos contradictorios, y mientras sonaba La parte de adelante se vio como proyección en las pantallas que acompañaban la escenografía imágenes de luchas feministas y conquistas de este movimiento social a lo largo del tiempo.
Entre canciones, las intervenciones de Calamaro tenían una mezcla de “chistosismo” e ironía en su discurso. Mientras los flashes de los celulares se encontraban encendidos, aprovechó la oportunidad para utilizar ese momento como recurso. “Confieso que tengo toda la falopa ahí atrás!” dijo, y causó risas entre el público.
El cometido de la noche era presentar oficialmente el disco Cargar la suerte en Córdoba, y que forma parte de una gira nacional.
El show marca un quiebre cuando Calamaro dice “Ahora comienza el show popular” haciendo alusión y dando el puntapié a los clásicos de toda la vida: Tuyo siempre, El Salmón, Crímenes perfectos, Paloma, Los chicos, Sin Documentos, Estadio Azteca, entre otros, claramente fueron los más coreados por las generaciones encontradas tanto en las tribunas como en el sector del campo. Además, y siguiendo con los homenajes, interpretó Esa estrella era mi lujo de Patricio Rey, De música ligera de Soda Stereo recordando al gran Gustavo Cerati y también lo hizo con Nirvana con Smells Like Teen Spirit.
Así culminaba el pasar de Andrés Calamaro por la Docta dejando en claro que, aunque pasen los años, su particularidad y performatividad siguen pisando fuerte los escenarios tanto propios como ajenos.

Cronica por Juan Pablo Rodano para www.delaviejaescuela.com
Fotos por Martin Cornejo para www.delaviejaescuela.com

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