EL BORDO: “Carnaval en la vereda del frente”

El Bordo volvio a Refugio Guernica con entradas agotadas y fue una fiesta del rocanrol.

El viernes hubo fiesta en casa, en el toro del abasto. En uno de los primeros shows de su temporada 2019, Refugio Guernica recibió a El Bordo una vez más.

Apenas pasada la medianoche, los hermanos Kurz y compañía pisaron el Vitico Bereciartua (que está entrenando nuevo equipo de sonido) ante una sala llena. Como era de esperar, las entradas se agotaron. No entraba un alfiler. “Soñando Despierto” dio inicio a una extensa lista repleta de clásicos de primera hora y algunos estrenos. “Silbando una ilusión” (el primer himno?) Y “El grito” terminaron de posicionar a la banda en el escenario. Estaban pisando fuerte. “Habia como manija de Bordo, no? Que pasa, un verano que no venimos y se ponen locos!”, sentencio Ale antes de agregar que íbamos a ser protagonistas del estreno en vivo de “Autopista al horno”, segundo adelanto del que sera su próximo disco. Disco que, hasta ahora, pinta bastante bien. “Autopista…” es un tema que suena fresco, con guiños al grunge de los 90 que tanto influencia a la banda.

“A ver si se acuerdan de esta”. “Volando” bajo los decibeles, que hasta acá venían altísimos, y volvió a remarcar que era una noche para el recuerdo. Si habremos cantado esas canciones compartiendo cervezas con amigos sentados en la esquina del barrio o en algún bar, hace tantos años ya. El descanso duro poco, porque ahí nomas arremetieron con “Noche extraña” y “Jazz Barrial”. “Tesoro” fue de las mas festejadas (y también de las mas viejitas en sonar).

“El año pasado me invitaron a participar de la Kermesse redonda acá en Córdoba, y ahí pude conocer a una maestra. Mariana Pelegrino”. La cabeza de Lucila Cueva se calzo la casaca de heroína de la guitarra en “Puerto Escondido (Frente a la locura)” de su discazo de 2007, Yacanto. Su ida y vuelta interactuando con el menor de los hermanos Kurz y un solo demoledor que nos reventó el cráneo fue lo que nos regalo una de las referentes mas importantes del rock de acá, del rock con tonada.

 

También hubo lugar para el cancionero popular. “A donde vas” y “Lejos” cumplieron ese rol, el de llevarnos a algún rincón de las sierras. De las mas nuevas se escucharon “El traje”, “Humano” y “Metafísica suburbana” ademas del que fue el primer adelanto del nuevo material, aun sin titulo, “El fondo del bar” (guiño a “Wishlist”, de Pearl Jam? Yo creo que si).

Cuando se siente no hace falta entender, y vino “La banda”. El final se empezaba a sentir, de a poco. Pero habia tiempo todavia para algunas perlitas. Ale se calzo la acústica y entonó un himno redondo y de ricota. “Son por acaso ustedes hoy un público respetable?”, esa frase basto para que quien no había cantado nada aún y estaba de curioso, repitiera las lineas de “El infierno está encantador esta noche”. Pegado y también acústico, “Cansado de ser”.

“Nos vamos yendo” y volvimos a los buenos viejos tiempos gritando “En la vereda”. “La primera vez que tocamos en Córdoba lo hicimos en 990. Teloneamos a Los Gardelitos. Todavia estaba Korneta. Me acuerdo que subieron a tocar como a las 5 de la mañana y cuando se hizo de día y nosotros nos estábamos yendo ellos seguían tocando. En ese entonces, hace sus cuantos años, El Bordo ya tocaba este tema en vivo”. Directo desde “Carnaval de las heridas”, su primer disco, sonó un clásico: “Los perdidos”.

 

 

Parecía acabar, pero quedaba un poquito más. “El Regreso” fue la despedida. Ale tirándose al pogo, siendo recibido y resguardado de la caída por las manos de quienes lo acompañaban con sus voces, fue la foto de la noche. La rompieron. Y van a volver, con disco nuevo seguro, porque siempre vamos a estar insatisfechos.

 

Crónica realizada por Agustin Martinez para www.delaviejaescuela.com

Fotografías a cargo de Natalia Luceros para www.delaviejaescuela.com

 

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