LA RENGA: “El Rito de La Renga y su Gente”

Ante 35.000 personas, y luego de suspenderse su presentación en la localidad Platense, el trío de Mataderos tocó en San Luis.

Nuestro rock atraviesa momentos difíciles. Durante el último año, la paranoia post Olavarría no hizo más que discriminar y tipificar a las miles de personas que peregrinan cada vez que tienen la oportunidad de disfrutar de una misa o de un banquete. La mayoría de los medios solo difunde miedo y tilda al público de violento. Todo esto resulta en censura, y el trío de Mataderos la sufre desde hace ya unos años. Cuando todo parecía volver a la normalidad, el gobierno de Mar del Plata, afín al Ejecutivo Nacional, decide no prestar el servicio de seguridad policial para que el show se lleve a cabo. ¿La causa? Algunos medios afirman que, justamente, esa paranoia que generaron los incidentes en el último recital del Indio Solari fueron los que apresuraron esa decisión, aunque nunca se le dio un motivo firme a la banda. Sin embargo, la localidad de Villa Mercedes, provincia de San Luis, dio la habilitación necesaria, y el banquete rengo encontró una nueva locación donde celebrarse: El Estadio Único de La Pedrera.

Desde hacia unos dias ya se había empezado a copar la ciudad, pero la mayoría de los comensales llegaron el mismo sábado desde bien temprano. Como de costumbre, y donde sea que La Renga toque, la mística que se vive las horas previas en las calles es lo que define a los banquetes. Hordas llegadas de todo el país cargando banderas, parlantes con la voz de Chizzo sonando en cada esquina, puestos de chori pegados uno al lado de otro, y el infaltable chabon vendiendo tres latas de birra por $100. En medio de esa parafernalia bien nuestra, la figura del estadio se levantaba imponente.

El estadio La Pedrera recuerda mucho a las estructuras levantadas para el mundial Sudáfrica 2010, con chapas de colores decorando el exterior. Fue inaugurado hace menos de un año, y Chizzo y los suyos lo bautizaron ante 35.000 fieles.

La espera se hacía eterna. Llegada la hora del show, la gente seguía ingresando y copando las plateas. El campo por su parte, estaba ya casi colmado. Para calmar la ansiedad, los cantitos populares no faltaron, pero el más celebrado fue el nuevo “Mauricio Macri, la puta que te pario”. En ese momento, las tribunas se iluminaron con la luz de miles de celulares que se alzaron para registrar el momento.

22:15 hs y las luces se apagaron. En las pantallas, el clásico video introductorio acorde a la escenografía. Esta vez, tubos de desechos radioactivos tóxicos que convergen en una especie de cloaca o desagüe en el centro del escenario, justo sobre los platillos que, en minutos, iban a sufrir la furia de Tanque. “Corazón fugitivo” fue la entrada de un nuevo banquete rengo. “Hola San Luis”, y mientras Tete se acomodaba el bajo, Chizzo arremetió con “Tripa y corazón”. “Estamos muy contentos de estar aca, teniamos muchas ganas de venir a tocar en este Estadio. Tambien teniamos muchas ganas de tocar en Mar del Plata”, sentenció Gustavo sobre la censura que están sufriendo y se refirió a los motivos por los cuales no tocaron en el estadio José María Minella. “Si ustedes nos preguntan por qué nos suspendieron el show de Mar del Plata, no sabemos realmente. Huele a discriminación me parece”.

En un show plagado de clásicos, el primero de los más viejitos en sonar fue “A la carga mi rocanroll” y, mientras flameaban las banderas, 35.000 gargantas se desgarraron. “Bien alto” fue el momento de Manu para lucirse con la armónica y en “Cuando vendrán” se entonó, cual grito de guerra, la famosa frase que da nombre a su primer DVD: “Yo sigo aca, Insoportablemente vivo”.

Postales como las plateas decoradas con trapos, uno de cada rincón del país, son hermosas de apreciar. Para todos los que recorrimos horas de ruta sono “Nómades”, y pegadito, una que sabemos todos y todas, “En el baldío”. Como en todo banquete, siempre hay una cancion de primera hora que nos regalan para que la nostalgia nos invada. “El rito de los corazones sangrando” fue esa canción. La canto la gente, más fuerte de lo que podía la áspera garganta de Chizzo.

Manu volvió a lucirse, esta vez no solo con la armónica sino también con el saxo, al guiar el coro en “Lo frágil de la locura” y “Triste canción de amor”, mientras el estadio se iluminaba enteramente con celulares. Atrás quedaron esos tiempos en que se usaban encendedores con el mismo fin.

Promediando el show, de la cloaca donde convergen los tubos de desechos tóxicos, surgió un pulpo mutante. “Lo trajimos de Mar del Plata en un freezer, pobre”, dijo chizzo señalando el inflable que se adueñó del escenario. “Oportunidad oportuna” dio la bienvenida al octópodo que nos acompañó hasta el final. Sono “Oscuro Diamante”, señal que el plato final estaba cada vez más cerca. “La razón que te demora” fue el himno encargado de llevarnos a los bises. Sin embargo, faltaba mucho más.

15 minutos de descanso fueron suficientes para que vuelva a servirse la mesa. Mientras, nos contaron una historia, la historia de la esquina; entonando “Balada del diablo y la muerte”. Fue la calma que antecedio al huracán y la vorágine de “El viento que todo empuja” para que luego el león ruja fuerte. “Panic show” y todo el estadio descontrolado.

Tomando respiro, Chizzo agradeció a San Luis por recibirlos siempre con “los brazos abiertos y tanto calor” y agradeció a todos los que viajaron de lejos. “Ahí veo una bandera de Berisso, Viedma, Macri Gato” y rió al sentir la ovación de la gente. “El final es en donde parti” fue el principio del fin, para que luego se entonen las estrofas del himno rengo. “Nos vamos como siempre, como nos gusta ´Hablando de la libertad´” y no hubo brazo que no se alzara bien en alto, ni garganta que resistiera. No faltó el abrazo emocionado, ni la piel de gallina, ni tampoco las lágrimas ni las sonrisas.

Pasó otro banquete, volvimos a sentirnos libres.

Crónica realizada por Agustín Martinez, fotografías Martin Cornejo para www.delaviejaescuela.com

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