ASSPERA: “Fanáticos del metal absurdo”

Con tajante puntualidad, Asspera abrió su show en el escenario temático con una introducción que le hace honor al estilo del conjunto, con un software text-to-speech reproduciendo frases difíciles de replicar.
Con una cuenta regresiva de diez a cero empezó la música, con la potencia característica del metal, siendo Viaje al centro de la verga la primera canción en la lista.
De forma casi profética, Richar dijo “Y ahora todo Cosquin salta” justo antes de “De lo bueno muy poco”. Siguió la velocísima La concha de Dios, canción que da nombre al último trabajo discográfico de la banda. Los precisos blast-beat de Nicogollo en la batería, junto con los ritmos a más de 200bpm llenaron de frenetismo el predio, que no esperó para poguear a esta canción que sin duda será un clásico.
A continuación sonó Partiendo cabezas, cuyo breakdown permitió a Rockardo y a 3,14 Jota lucir sus melenas con un headbang contagioso.

Al grito de ASSPERA, ASSPERA, sonó Tarifazo, otro de los hits del disco La concha de Dio$. La introducción con el redoblante, y la escalonada entrada del resto de los instrumentos fueron el preludio ideal para un intenso pogo que acompañó toda la canción.
Me cagó sonó, canción mientras la cual Richar lanzó rollos de papel higiénico al público.
Un dinosaurio con traje invadió el escenario mientras sonaba Si ya sé, que con un pequeño acting dibujó muchas sonrisas.
“Sin perder tiempo, vamos a hacer la vuelta olímpica del Cosquin” ordenó Richar, y se hizo realidad lo que ya es costumbre en los recitales de la banda. Junto a Gambeta la vuelta olímpica giró y giró durante la primera mitad de la canción.
La del Diego siguió, con la aparición de un Diego Maradona marcando un gol en un arco imaginario que estaba, justamente, sobre nuestras cabezas. Más adelante, todo el público cantó junto a Richar el clásico jingle de Marolio, momento que el frontman utilizó para disfrazarse de yerba mate de la mencionada marca.

Hijo de puta, canción insignia de la banda, que hizo levantar la mano cornuta a todos los que estaban entre el escenario y la torre de sonido. También hubo lugar para que una monja enorme, con ojos ensangrentados, espante a todos desde el medio de la tarima.
La lista terminó con Pogo al corazón en homenaje al primer baterista de la banda, fallecido en el 2010.
El punto fuerte del grupo es, aparte de su talento instrumental y vocal, su sentido del humor. Las letras van desde lo escatológico y absurdo hasta manifestaciones de disconformidad con la autoridad sin matices intermedios. Esto en sí mismo es denotativo de su estilo bizarro y humorístico, que los transforma en una banda única e irrepetible.

Pioneros de un género, la autodenominada primera banda de metal bizarro cerraron su primera presentación en el festival, con muchos elementos intermusicales que quedarán en la memoria y anécdotas de miles de fanáticos del metal absurdo que Asspera ofrece.

Cobertura realizada por Remigio Gonzalez para www.delaviejaescuela.com

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