LOS ESPIRITUS: “Le hicimos caso a nuestro espíritu”

Con un crecimiento indetenible y despidiendo su última placa “Gratitud”, Los Espíritus volvieron a la docta en el marco de las fiestas que ellos mismos han dado a llamar “Hacele caso a tu espíritu”.

Tal vez el nombre Maxi Prietto no haya sido tan relevante hace unos años atrás, cuando rodaba por bares porteños a fines de la década pasada. “Prietto viaja al cosmos con Mariano” fue un duo de Indie a base de viola y batería que supo tener un par de himnos que fueron carne de los jóvenes que frecuentaban sus shows. Hoy en día, a la cabeza de “Los Espíritus”, Maxi vuelca su amor por el blues pero en contextos más místicos, invitándonos a un viaje en el que podemos disfrutar de sonidos latinos mezclados con la psicodelia de los años 70.

Tal y como ellos describen que se formo la banda, el fuego nos junto el sábado en el viejo abasto. Las tablas de Krakovia, que inauguro su segunda temporada de shows en vivo, recibieron a Maxi y los suyos con entradas agotadas. Toda una jauría de perros viejos congregados para participar del rito.  Los locales de Madre Chicha calentaron el escenario con su fusión de ritmos latinos, electrónica y hasta incluso algo de hardcore y hip hop. Set corto pero que no decepciono y nos dejo con ganas de que siguiera la fiesta.

Con una demora de casi una hora, debido a que todavía había gente ingresando al local y la banda no quería que quedara nadie afuera, a las 2:30 se apagaron las luces y comenzó a sonar “La mina de huesos”, primer track de su disco homónimo de 2012. Letras de contenido cotidiano, melodías simples y frases repetidas (pero que no resultan redundantes) nos abrieron las puertas a un paraíso sonoro que pocas veces se puede experimentar.

De su placa “Gratitud” (2015) sonaron casi todos. “El perro viejo” fue la primera y la mas cantada, una pieza que recuerda a las canciones westerns y nos volvió sinestesicos. Riffs en espiral y rojos nos brindaron un gran momento de la noche, recordándonos que cada minuto es uno menos. También se escucharon “La crecida”, “Mares y “Negro Chico”. “Jesús rima con cruz” y “Los desamparados” dieron paso al primer gran hit que tuvo la banda. “Lo echaron del bar” robo las gargantas de los que de a poco se estaban quedando sin voz y los puso a bailar. Momento de estrenos, “La Mirada” fue un adelanto perfecto del que será su próximo material discográfico y que, según Maxi, será lanzado este año.

Entre luces rojas, que predominaron durante todo su show, y casi sin intercambiar palabras con la gente, el set iba promediando ya las 2 hs. De guitarras que recordaban al gran Hendrix, sonó “El gato” y el tiempo pasó lento. El final bien arriba a manos de “Noches de Verano” nos hizo olvidar el frio y tararear ese contagioso riff en una especia de danza tribal, como si estuviésemos reunidos junto a una fogata en el medio de la nada, recordando esas noches de verano llenas de felicidad.

Cobertura realizada por Agustín Martínez, fotografias Elizabet Kenny para www.delaviejaescuela.com

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