JOVENES PORDIOSEROS: “Una raya más para la cebra”

A pesar de que no pasó mucho tiempo de su último recital en la ciudad, sin contar su presentación en Cosquín Rock 2017, se necesitaba una nueva dosis de Rock Stone para no perderle el gustito. Es por eso que Jóvenes Pordioseros nos deleitó nuevamente con deliciosas notas recordando lo viejo y presentando algo de lo nuevo.

El fin de semana se veía un poco descolorido debido al gris de las nubes que oscurecían a la ciudad. Algunos buzos y camperas denotaban que el invierno por fín había llegado, por lo que en lo primero que pensé fué -”Que noche que me espera en el Abasto”-. Pero no en sentido de queja, si no más bien con tintes de tranquilidad, sabía que al igual que yo, varios cuerpos esperaban días como estos.

Banderas y trapos impregnados de leyendas pordioseras invadieron el Refugio. El culto rollinga tenía su momento y una revancha luego de lo acotado que fué el show en el mito de las sierras.

Los liderados por “Toti” Iglesias subieron al escenario cercanas las dos de la mañana del sábado al grito de “100 % Pordiosero”. El tema de Hijos del Oeste fue el elegido para comenzar una velada que daría un repaso por el cuarto de siglo que llevan  arriba de las tablas, a pesar de las idas y vueltas y transformaciones que tuvo la banda.

La presentación que arrancó con una energía propia del grupo, y sobretodo de su cantante y guitarrista, siguió a paso firme por los temas más emblemáticos. “Pánico”, “No la Quiero Dejar”, “Funeral”, “Cuando me Muera” y “Nunca me enseñaste” desataron la euforia entre los presentes, generando una fiesta dentro de un Guernica colmado.

La lista seguiría, y habría tiempo para un tributo al “El Carpo” y su “Ruta 66”, al “Maldito San Telmo” y a “La Casa” en donde guarda recuerdos muy profundos de mujeres que pasaron por su vida. Y es que del mismo “Toti” han salido las palabras que declaran que el 90% de las canciones que escribe, son historias de su vida, en su mayoría vicios y mujeres.

De un momento a otro, una máscara de lobo apareció sobre el escenario con la que Iglesias, a lo Mick Jagger, tiro un par de pasos frenéticos al ritmo de “Quiero tocar”, “¿Qué se siente estar tan sola?”,  “Adicto” y “Eterno”.

El cambio de aire a estas alturas era indispensable, por lo que los “Jóvenes” decidieron dar un respiro, tanto para ellos como para nosotros.

A su vuelta, el líder y fundador de LJP dedicó un par de palabras para los suyos, en tanto para agradecer “el infalible apoyo con el que los han aguantado todo este tiempo” descorchando una excelente versión de “Descontrolado” para acompañar tan profundo agradecimiento. “Pegado” a “Infierno Blues” y “Bailando” cantó “Cowboy” homenajeando a su gran amigo Juanse, a quien conoce y sigue desde que era un pibe.

Una gran fiesta “rollinga” se terminaba en el abasto, pero para que el regreso a casa y la espera de una nueva fecha fuera más llevadera, nos deleitó con “Late” que formará parte de su nuevo disco que lleva el mismo nombre.

El último tributo estaría dedicado a la docta y su música, por lo que se despidió interpretando  “Por lo que yo te quiero” de la leyenda cuartetera Rodrigo, tal y como lo hizo en su presentación en el CR17.

Allá en el tiempo quedó aquel pibe de Lugano que jugaba a ser cantante de Rock, hoy en día mantiene intacta esa humildad que lo caracteriza a pesar de haber conseguido todo aquello que de chico quería para su vida. Interminable conquistador de sueños, siempre al borde de la lona en la lucha contra su asma, pero venciendo al fin de cuentas, encarando siempre para delante. Así terminaba una noche más con Jóvenes Pordioseros, tres horas de lo mejor de una de las bandas argentas más representativas del Rock Stone.

Cobertura realizada por Nahuel Navarro, fotografias Dayana Olmos para www.delaviejaescuela.com

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