Globos y polvito e colores. Así llegaron Los Caligaris al escenario principal. “No somos muchos” seguido de “Nadie es perfecto” (que temazo papá) mezclaron el rock y el cuarteto. Primer foto grupal, “el que no levanta las manos es un cornudo” sentencian los circenses. La “montaña” significó la primer intervención artística. Un amigo de la banda pintaba una bandera en vivo para ser presentada al final del show. Con Pancho Chevez en armónicas sonó jijiji, calentando motores para la llegada del capitán beilinson. Dedicado a los piratas y matadores, “asado y fernet” convirtió al predio en un baile bien cuartetero. “Kilómetros”, el clásico de circo, llegó, dejando bien claro que es mejor morir a dejar de soñar. Toda la fiesta. El cierre llegó de la mano de “que corran todos los demás”, de su más reciente producción “Circologia”. El mensaje fue simple: nunca dejar de perseguir nuestros sueños, aunque parezca que están lejos. Caminando tranquilos se llega, siempre se llega.
Cobertura realizada por Agustin Martinez para www.delaviejaescuela.com.
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