HUEVO : “Algo terrible va a ocurrir cuando amanezca”

Madrugada del sábado 12 de noviembre, 2.30 de la mañana y Casa Babylon prometía la presencia de Huevo, una banda con cuatro músicos que la descosen en lo suyo: Julián Baglietto en voz, Sebastián Lans en guitarra, Julián López en bajo y Tomás Sainz en batería. Si el nombre te sorprende, esperá a que te cuente lo que fue el show de esa noche.

FUSIONES CON FUERZA

Cerca de la 1.30, Brancaleone abría el juego con una frescura inusual. Esta banda oriunda de distintas partes de Buenos Aires, trajo un aire de renovación en los ritmos a los que estamos acostumbrados, porque la diversidad de orígenes hace a la multiplicidad de melodías.
El grupo tiene momentos que te dejan recalculando por su simpatía y simpleza arriba del escenario, pero también por la creatividad en su sonido: con un charango (entre otros muchos instrumentos) hacen rock, de esos que te incitan a hacer el clásico pogo. ¿Las joyitas?
Para terminar, a pesar de que el público recién estaba entrando en confianza, Martín Dufou se dispuso a quemarnos lo papeles cuando nos pidió un peine y un pedacito de plástico, de esos que envuelven las etiquetas de cigarrillos. Es que nos regalarían una versión musical L’armata Brancaleone, la película italiana 1966. ¿La verdad? ¡Increíbles!

TRANCA 220

Cuando me dicen ‘hay que poner huevo’, lo primero que se me viene a la cabeza es ‘hay que juntar ganas y pechar para adelante’. Bueno, Huevo representa eso en su música. ¿Por qué? Partamos de la base que a las 2.30 arrancaron con un nivel de energía de aquellos que recién se despiertan y están listos para comenzar el día y no pararon más.
Empezaron con ‘Pasan’, un adelanto de su nuevo EP titulado ‘Lo nuevo de Huevo’. No solo presentaron ese tema, sino que además se le sumó ‘Saltar y esquivar’ y ‘Carmen de pantalones’. En el medio, nos regalaron ‘Dale gracias’, una canción que hicieron en tributo al gran Luis Alberto Spinetta.
El recital siguió con su disco ‘Las mil diabluras’: ‘Yo le vi’, ‘El que busca encuentra’, ‘Las mil diabluras’, ‘Tita & Roger’, ‘¿Qué es esa música, abuela?’, ‘Don Horacio’, ‘Aeroscopía’, ‘¿Dónde está mi bolso?’, ‘Versos’, ‘Cada mente’, ‘Cable’, cerrando con ‘Un día serrano’ y acá me detengo para contar una perlita: en plena interpretación se tiró al público, quienes lo recibieron con los brazos abiertos, cantando a todo pulmón lo que sería el final de un gran espectáculo.

SEGUNDAS PARTES SÍ PUEDEN SER BUENAS

La frase lo dice y se aplica a un sinfín de situaciones: ‘segundas partes nunca son buenas’. Pero en esta oportunidad, nació la excepción porque Huevo demostró por segunda vez que Córdoba los admira.
Entre muchas sensaciones que se vivieron predominó una: la conexión desde el corazón. Julián nunca dejó de pedir ‘contacto visual’, quizás porque a través de los ojos se conoce en profundidad a las personas.
Para finalizar, voy a citar a un amigo, Andrés Tiraboschi, quien asistió al show y logró resumir en una sola frase lo que todos vivimos: ‘la gente los ama’. Gracias Huevo: algo maravilloso ocurrió en nuestra ciudad gracias a ustedes.

Crónica y Fotografías por Florencia Lanter .

 

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